11 oct 2005

Historia de O

¿Por qué Sir Stephen no acercaba a ella su boca, por qué no ponía una mano en los pezones que él había deseado ver erguirse y que ella sentía estremecerse, por más inmóvil que se mantuviera, sólo con respirar? Él se acercó, se sentó en el brazo del sofá y no la tocó. Estaba fumando y, a un movimiento de su mano, que O nunca supo si había sido involuntario, un poco de ceniza casi caliente fue a caerle entre los senos. Ella tuvo la sensación de que quería insultarla con su desdén, con su silencio, con su atención impersonal. Sin embargo, él la había deseado poco antes, la deseaba todavía, ella lo veía tenso bajo la fina tela de la bata. ¿Por qué no la tomaba, aunque fuera para herirla? O se odiaba a sí misma por aquel deseo y odiaba a Sir Stephen por su forma de dominarse. Ella quería que él la amara, ésta es la verdad; que estuviera impaciente por tocar sus labios y penetrar su cuerpo, que la maltratara incluso, pero que, en su presencia, no fuera capaz de dominar el deseo.

"Historia de O"
Pauline Réage / Dominique Aury (1907-1998)