El primer beso. Sabe a café, a vino, a dentífrico o a tabaco. Todo debiera estar en él. Todo está en él. Se sabe ya todo en el primer beso. Si le amarás. Si te amará. Cómo hará el amor y cómo no. Todo está en el lenguaje de los primeros labios. Si te maltratará, cómo acabará. Todo el abismo entre las almas está ahí, la infinita distancia entre dos lenguas, el precipicio entre las bocas. Si puede ser o no será. La historia está escrita en nuestros labios. Nos emociona tanto que olvidamos leerla.
Eugenia Rico
"La edad secreta"