6 feb 2009

11


Él me ama. Me ama tanto que yo huelo la muerte en sus caricias,en su mirada veo el crimen, en cada gesto suyo: la absorción,el tironeo.
En el Espectáculo de Suamor la tierra gira a una velocidad quedeforma mi cuerpo...
Succionada por su sed, yo: una gota de carne horizontal, que élse dispone a chupar, sin pudor alguno.
Espera con espasmos, con ira, con sollozos, el momento justo,enfocado, fatal, de abalanzarse sobre eso y penetrarlo.
Enarbolar ese coágulo de vida, levantarlo como una ofren-da a su espejo.
Haga lo que haga, él ha decidido amarme, izarme en su soledadcomo una bandera santa, sangrienta. Ya me ha condecorado,condenado con Suamor.
Cómo busca en su cuerpo si cada roce sería una profecía; susextremidades como tentáculos traspasarían mis fronteras.
Caer en sus brazos: desbarrancarme por su avidez. Más quetomarme, atravesarme, hincarme en lo puntiagudo de suhistoria, clavarme en su cruz particular, hacerme la virgenmadre de su santuario musculoso.
Devorar algo en mí que todayó le represento, o sea, tenerme,hacerme suya, hacerme de él.
Él, ser eso que soy.
Susana Cerdá