13 oct 2007


"...En el albergue transitorio la distancia se deshace. El tapizado de espejos, muebles de imitación caoba, el jacuzzi a la vista, el olor a desodorante de ambiente, la música funcional, apuran la familiaridad que en cada encuentro tarda en llegar. El habla, sí, deja que su voz de bajo se expanda, como le gusta a ella.
Virginia lo desviste y se complace observando y luego repasando con la lengua la rápida erección que convierte una pija de tres centímetros en una aceptable vara de quince. Así, desnudo, él le pregunta que quiere escuchar ese día. Sin contestar, ella hunde su mano debajo de la pollera, repasa el doblez de su vagina y se concentra en el pistillo del clítoris. Siente la suave aspereza lampiña y luego la rebaba del flujo, como esmalte, en la uña. Se lleva el dedo a la boca, vuelve a hundirlo en esa conchita que ahora parece apelmazada en la carne llena del clítoris, extrae una capa gruesa de flujo y la esparce por las tetas firmes y omniscientes de El Oso."




Fragmento de "Ojo de pez"
de Oliverio Coelho ,
extractado de "En Celo", 2007.