“Las palabras hacen el amor”, decía André Breton.Y ellas no son un espejo donde nos reflejamos distantes. Las palabras son el propio cuerpo, erguido y urgido o distendido y reconciliado. Este quiere ser un lugar donde se hace el amor con palabras,donde se puede leer lo que está escrito en el cuerpo.
22 jun 2006
Justo ahí
"¿El lenguaje más erótico de un cuerpo no está acaso allí donde la vestimenta se abre? En la perversión (que es el régimen del placer textual) no hay "zonas erógenas"; es la intermitencia, como bien lo ha dicho el psicoanálisis, la que es erótica: la de la piel que centellea entre dos piezas (el pantalón y el pullóver), entre dos bordes (la camisa entreabierta, el guante y la manga); es ese centelleo el que seduce, o mejor: la puesta en escena de una aparición - desaparición..."
Roland Barthes
El placer del texto